La umbilicoplastia es la cirugía estética que se ocupa de retocar el ombligo. No es que sea una técnica reciente, puesto que embellecer esta parte de la anatomía se lleva practicando durante décadas. Lo que ocurre es que antes no se solía entrar en el quirófano sólo para redefinir este punto, sino que el ombligo se abordaba como un aspecto complementario dentro de una abdominoplastia o una liposucción.
Hoy en día, con el aumento de la información y el auge de modas como los piercings y la demanda de la cirugía, la umbilicoplastia se ha convertido en una intervención más que apenas lleva treinta minutos en quirófano y a la que cada vez se saca más partido. No es preciso que sea verano para lucir la zona. Basta con llevar un top y un pantalón bajo para presumir de figura.La perfección estética es, pues, uno de los motivos para solicitar esta intervención. Los estudios nos dicen que los ombligos que se consideran más bonitos son los que tienen forma ovalada o forma de T.
Otra razón es la pérdida brusca de peso, motivada por dietas o por intervenciones de cirugía bariátrica. El ombligo se ve muy afectado por los adelgazamientos bruscos: mientras que la piel del abdomen se descuelga, el ombligo es una zona de adherencia que no lo hace de la misma manera, y típicamente queda deformado. A menudo cuando hay pérdidas de grandes volúmenes hay que rediseñar la pared abdominal: ya sea con una abdominoplastia o con un body lift (o abdominoplastia circunferencial).
La tercera causa para someterse a la umbilicoplastia es el embarazo, que genera una expansión de la piel, grasa y músculo abdominales que, a menudo, después del parto, no se retraen completamente. Sea un parto natural o por cesárea hay que esperar entre 6 meses y 1 año, para retocar el área con el fin de que el músculo se encuentre completamente recuperado. Si no respetamos ese plazo, el abdomen seguirá perdiendo volumen y la piel se volverá a descolgar.
La treintena es la década en la que más se solicita esta operación, aunque la edad no es un factor excluyente. Cada vez es más frecuente ver pacientes de más edad con parejas más jóvenes, que se sienten incómodas con el aspecto de su ombligo.
La clave del éxito de la umbilicoplastia es que esté bien indicada, en función del excedente cutáneo, de la grasa subyacente y del estado de la muscultura abdominal: por ello es recomendable siempre consultar con un cirujano plástico acreditado.
Fuente: nosotras.com