Se ha conseguido llevar a cabo con éxito una cirugía de reconstrucción de nariz utilizando cartílago producido en el laboratorio. Las células de cartílago fueron extraídas del septum nasal del paciente, multiplicadas y expandidas para formar una membrana de colágeno. Al cartílago se le dio entonces la forma deseada para acomodarlo a su zona de implantación en la nariz, y se procedió a la operación. Ya son varias las intervenciones de esta clase realizadas, y ha pasado tiempo suficiente como para poder afirmar que sus resultados han sido satisfactorios.
El logro es obra de científicos de la Universidad de Basilea en Suiza. Utilizaron un método de ingeniería de tejidos en el que el cartílago se cultiva en el laboratorio a partir de las propias células del paciente. Esta nueva técnica se aplicó a cinco pacientes, de edades comprendidas entre los 76 y los 88 años, con serios defectos en su nariz después de una cirugía debido al cáncer. Un año después de la reconstrucción, los cinco pacientes estaban satisfechos con su capacidad de respirar así como con la apariencia estética de su nariz. Ninguno de ellos ha experimentado efectos secundarios derivados de la nueva técnica.
Las alternativas tradicionales a la nueva técnica son aparatosas, muy invasivas, dolorosas y pueden, debido a la necesidad de realizar intervenciones quirúrgicas adicionales, desembocar en complicaciones.
La nueva técnica, puesta en práctica de manera experimental por el equipo de Ivan Martin, ha cosechado resultados clínicos comparables a los de la cirugía estándar actual. Podría ayudar al cuerpo a aceptar el nuevo tejido (evitando así el problema del rechazo) y a mejorar la estabilidad y funcionalidad de la nariz.
El innovador método abre además el camino hacia nuevas posibilidades en el campo de la reconstrucción facial. Por ejemplo, ofrece la posibilidad de emplear cartílago cultivado en laboratorio para reconstrucciones más difíciles en cirugía facial, como la nariz completa, o un párpado o una oreja.
El equipo de Martin ha publicado un informe sobre esta técnica y sus primeros resultados en la célebre revista académica de temas médicos The Lancet, editada por la conocida editorial científica Elsevier. Como con toda nueva técnica médica, al éxito inicial deberá seguirle una amplia fase de validación clínica antes de que su uso se pueda adoptar con la debida confianza en el ámbito quirúrgico.
Fuente: noticiasdelaciencia.com