Es el relleno ideal. Y no hay que comprarlo, sino solo usar la grasa del propio paciente para mejorar la forma y los contornos de su cuerpo y rostro.
La tendencia fue destacada esta semana en las nuevas estadísticas entregadas por la Sociedad de Cirujanos Plásticos de Estados Unidos, país donde en 2016 se realizaron 17,1 millones de cirugías y procedimientos cosméticos mínimamente invasivos.
En el informe se detalla que el uso de la grasa en estas intervenciones va en fuerte aumento. El mayor crecimiento de estas cirugías es la de injerto de grasa en las mamas, con el 72%; el injerto en los glúteos, con el 26%, y las inyecciones cosméticas en el rostro, con el 13%.
Mayor duración
«Una tendencia que estamos viendo es el aumento de los injertos de grasa. Los cirujanos plásticos retiran la grasa no deseada que se encuentra en el abdomen usando la liposucción, para luego inyectarla y así levantar y rejuvenecer otras áreas, como la cara, glúteos y mamas», explica la doctora Debra Johnson, presidenta de la sociedad estadounidense. Debido a que el material utilizado es la grasa del propio paciente, su duración es más prolongada que la de los rellenos químicos.
Ahora es raro hacer un lifting facial sin usar grasa’.
Aunque reconoce que esta tendencia se ha instalado en el país, el doctor Alejandro Swett, jefe del Servicio de Cirugía Plástica de Clínica Alemana, advierte que «acá las pacientes prefieren todavía el botox y el uso de rellenos, como el ácido hialurónico».
Según explica, en cualquier relleno de grasa que se haga hay un porcentaje que se reabsorbe. ‘Donde menos sucede esto es en los glúteos, pero en la cara es bastante variable. Por ejemplo, en la zona de los labios, que tienen mayor movilidad, se pierde más grasa’.
A pesar de eso, hay un lado positivo: al poner pequeñas cantidades de grasa en la cara, no solo se logra dar volumen, según la doctora Pesqueira, sino que también «se mejoran los tejidos, porque en lo que se inyecta hay también células madre que nutren los tejidos, algo que no tienen los rellenos químicos».
Estas características, sumadas a lo seguro que es el procedimiento, han hecho que el uso del tejido adiposo haya aumentado en todo el mundo.
Hay dos ventajas en esta intervención. «Para poner grasa en una parte se tiene que sacar grasa de otra, y se debe hacer una lipoaspiración. Entonces también estamos eliminando grasa indeseable». Asimismo, se trata de un tejido que es propio, «con lo cual se evita un posible rechazo o infecciones».
La grasa no solo se usa en procedimientos cosméticos, sino que también en cirugías reparadoras de cicatrices, en corrección de mamas asimétricas, entre otras intervenciones.
Los especialistas recalcan que se trata de procedimientos que requieren de cirujanos plásticos que pertenezcan a la Sociedad de Cirugía Plástica, que se desempeñen en centros acreditados.
Fuente: economiaynegocios.cl