La piel tiene importancia desde el punto de vista estético porque una piel lozana, sana mejora la imagen externa de una persona, lo que influye en las relaciones interpersonales. también en la piel se refleja el efecto del envejecimiento o aparecen enfermedades que alteran su aspecto externo, como por ejemplo la rosácea.
El aspecto de la piel tiene no sólo importancia desde el punto estético, también influye en las relaciones interpersonales. Una piel elástica y firme, especialmente en la cara y el cuello, es sinónimo de juventud por lo que requiere cuidados y atención especial.
La mujer sufre, en forma natural, cambios hormonales a lo largo de su vida que producen la disminución de elastina y colágeno. Estas modificaciones comienzan a partir de los 30 años.
Los cuidados de la piel conviene iniciarlos en forma preventiva, especialmente en la piel del rostro, el cuello y el escote. A medida que pasan los años se deben ir adaptando a la edad de la mujer.
Si bien el aspecto que tiene la piel depende de los cuidados que tenga cada mujer, también la genética tiene mucho que ver con este tema.
El estado y la estructura de la piel de una persona dependen además de los cuidados personales de otros factores como los hábitos alimentarios, el equilibrio emocional, las radiaciones solares a la que está expuesta, el tabaquismo y hasta de la postura de nuestro cuerpo. No debemos olvidar que muchas enfermedades de la parte interna de nuestro cuerpo y los conflictos psíquicos se reflejan en la piel.
La cara es tal vez la parte del cuerpo donde más se nota el paso de los años. Pero no olvidemos que el cuello y el escote son zonas que también reflejan con mucha facilidad el transcurrir del tiempo.
Lo aconsejable es comenzar con los cuidados de la piel a partir de los 30 años. La zona del escote y el cuello es más delgada que la de otras zonas del cuerpo, tiene menos glándulas sebáceas y de melanina, lo que reduce su capacidad de autoprotección.
Desde siempre tanto hombres como mujeres han tratado de conseguir un buen aspecto personal. La piel cumple un papel importante en nuestra imagen estética. Por este motivo es fundamental cuidarla con una buena alimentación, llevando una vida sana y utilizando los tratamientos estéticos disponibles.
Estos cuidados no sólo ayudan a que los otros nos vean mejor. También nosotros mismos nos sentimos mejor interiormente y esto se refleja en nuestra cara.
El paso de los años van dejando signos en la piel. Progresivamente aparecen arrugas, manchas y aumentan las líneas de expresión en la cara y el cuello. El envejecimiento modifica las estructuras y funciones de la piel.
Pero no sólo el paso del tiempo produce cambios en este órgano, las agresiones de agentes externos como las radiaciones solares, el cigarrillo, el consumo excesivo de alcohol y el estrés son factores perjudiciales para la piel.
Las enfermedades de la piel como las dermatitis, verrugas, eccemas, herpes, micosis, urticarias y eritemas son tratadas por médicos especialistas en Dermatología. La cirugía plástica se realiza en el caso de las estrías, las secuelas de las quemaduras, extracción de los tatuajes, la reducción de cicatrices. Lesiones de la piel como quistes, tumores y manchas en algunos casos pueden necesitar de la cirugía para tratarlos.
En la actualidad tenemos la suerte de que existan medios tecnológicos y también un amplio espectro de productos cosméticos, a los que se puede recurrir para mejorar el aspecto y la salud de la piel.
Las alternativas que tenemos actualmente para tener una apariencia saludable son: Mecánicas (Dermabrasión o Microdermabrasión), Láser ( es igual a una quemadura controlada) o Químicas (se aplican exfoliantes o preparados con ácidos fuertes ).
Recordar que los tratamientos son personalizados. Se debe consultar con un profesional para que indique el tratamiento adecuado a cada paciente.