Situaciones ante las que un buen profesional debe negarse a realizar un procedimiento quirúgico.
Cada día hay más casos de cirugías estéticas que causan polémica e indignación. Cada día aparece un nuevo profesional que no cumple con las normas éticas y de responsabilidad con la salud del paciente. Como si un cambio estético no implicara también un cuidado absoluto por la vida de quien se somete a él. Cuando los médicos vemos estos casos, más allá de la seguridad de que deben resolverse en la Justicia, nos damos cuenta de la información que debe ser difundida para la sociedad. Lo necesario que es que cada persona sepa fundamentalmente dos cosas: nunca confiar en un médico que no tenga todo el aval y la documentación pertinente y nunca realizarse un procedimiento quirúrgico de ningún tipo fuera de una clínica, sanatorio u hospital.
Pero además, nos parece importante contar cuáles son esos momentos, esos casos, en los cuales cualquier médico responsable debe decir que NO. Y con esta guía de diez puntos, nuestro objetivo es que los pacientes que estén en cualquiera de estas situaciones conozcan la responsabilidad que implica esa negativa.
¿Cuándo un cirujano plástico debe decir que NO?
-Cuando el paciente tiene expectativas irreales de los resultados que se obtendrán. Esto sucede mucho cuando cometen el error de venir con la foto de un artista o celebrity e insiten en tener esos resultados. No está mal traer una foto para dar una idea de lo que están buscando, pero es muy diferente cuando exigen ese exacto modelo. Sabemos muy bien que los rasgos de los pacientes son todos diferentes y la nariz de una persona en otra puede quedar bien, o como en la mayoría de los casos, puede quedar muy poco armónica.
-Cuando el paciente viene presionado por terceras personas para realizarse la cirugía (puede ser un esposo o novio, una madre, etc.). La decisión siempre debe ser firme y propia. Cumpliendo esto, luego el paciente evaluará si realmente necesita el cambio o no.
-Cuando se presenta una mujer que acaba de dar a luz. Hay que esperar un tiempo prudencial para que el cuerpo se recupere de un parto. Esto sucede en pocas pacientes que al mes o semanas del nacimiento de su hijo quieren corregir inmediatamente su imagen corporal. Es ahí donde el médico debe tomarse el tiempo que sea necesario para explicar como el cuerpo de a poco va cambiando y «acomodándose» luego del parto o cesárea. Luego de ese proceso, estamos en condiciones de evaluar a la paciente con vistas a una posible cirugía correctiva.
-Cuando el paciente sufre una enfermedad terminal. Estos casos deben evaluarse con cuidado y saber tomar la decisión de un «no». Siempre es importante dedicar tiempo a hablar con el paciente explicando los motivos.
-Cuando el paciente tiene procesos infecciosos activos, tales como herpes zoster, hepatitis, etc.
-Cuando el paciente es menor de edad. En estos casos hay que evaluar si realmente es necesario realizar el procedimiento a esa edad. Existen pocos casos de cirugías indicadas en menores de edad (orejas desplegadas, rinodeformación, micrognatia, mamas masculinas, etc). En los casos que estén indicados los procedimientos, los mismos deben ser autorizados por sus padres o tutores.
-Cuando el profesional detecta o comprueba trastornos psiquiátricos. En estos casos debe ser derivado a un especialista en el área.
-Cuando el paciente sufre de asma grave o alguna inmunodeficiencia, o bien alguna otra enfermedad grave que haga que su enfermedad de base lo ponga en peligro el realizar una cirugía plástica.
-Cuando el médico puede ver en la persona una situación de dismorfia corporal, es decir, una situación en la que esa mujer u hombre no pueden verse realmente en el espejo tal como son por una situación psicológica que no debe resolverse en un quirófano sino a través de una terapia.
-Cuando los resultados de los estudios pre operatorios -que siempre deben realizarse- son considerados fuera de lo normal.
Hay otras contraindicaciones relativas que pueden llegar a tenerse en cuenta, analizando caso por caso: pacientes con diabetes avanzada, hipertensión arterial de difícil control, antecedentes de infarto agudo de miocardio o alteración en la conducción cardíaca, entre otros.
Fuente: sinmordaza.com