Hace poco te hablamos de la blefaroplastia o cirugía de los párpados para rejuvenecer los ojos. Para que tengas más información, hoy te contamos cómo afrontar el post-operatorio de la blefaroplastia superior.
Cuando las cejas se tornas caídas o los párpados superiores hinchados o con exceso de piel, se puede acudir a la blefaroplastia superior, un tipo de cirugía que ayuda a corregir el exceso de piel que con los años se acumula debido a la relajación de los tejidos en esta zona del ojo y que suele relacionarse con la caída de las cejas. Lo primero que debes saber es que no siempre el descenso de las cejas se debe a este problema en el párpado superior, por eso es importante que el paciente se someta a un estudio adecuado que determine su causa.
Todas las cirugías requieren un post-operatorio, que puede variar a más o menos intenso en función del tipo de cirugía. En general, si la blefaroplastia superior es la única cirugía a la que se somete el paciente el día de la operación, se considera que el post-operatorio no debería ser demasiado complicado. Generalmente, el paciente queda totalmente recuperado aproximadamente 15 días después de la operación.
Si estás pensando en realizarte una blefaroplastia superior, es importante que conozcas cómo será todo el proceso. Por eso hoy te contamos cómo será el post-operatorio y algunos trucos para enfrentarlo. Eso sí, recuerda que la clínica a la que acudas para realizarte la cirugía debe informarte adecuadamente de cómo será todo el proceso:
1. Pre-operatorio. Cuidado de tus párpados superiores
Toda cirugía requiere un pre-operatorio, que es fundamental para que el proceso posterior resulte exitoso. En el caso de la blefaroplastia en los párpados superiores, es importante incidir en la circulación de la zona que se someterá a cirugía, pues es una operación que con total seguridad tornará los ojos morados. Con algunas medidas pre-operatorias se podrá reducir la posterior hinchazón y mejorar la tonalidad morada de los ojos que se debe a una deficiente coagulación sanguínea.
En primer lugar, el paciente debe someterse a un estudio previo de coagulación, para determinar si se deben suprimir algunos medicamentos como antiinflamatorios o aspirinas y determinar el tipo de coagulación del paciente, que generalmente varía en función de la edad.
Además, es recomendable usar una crema con vitamina K al menos una semana antes de la cirugía y tras la operación, ya que ayuda a prevenir los morados y permite que se mejoren más rápidamente. También, para la mejora de los morados y la hinchazón será fundamental el uso de hielo.
2. El día de la operación
Generalmente sólo es necesaria anestesia local o sedación suave para la blefaroplastia superior, en el caso de que sea una cirugía aislada. La duración de la operación es en torno a una hora y, tras unas horas en la clínica, el paciente podrá volver a casa el mismo día si no se presentan complicaciones. Cuando el paciente salga del quirófano, tendrá una especie de esparadrapos en la zona de la cicatriz y sus ojos estarán abiertos, por lo que podrá ver con total normalidad. En ocasiones, la visión podrá ser algo borrosa ya que se suele poner una pomada ocular para hidratar y proteger la córnea. Pero, aunque los ojos del paciente estén inflamados, en todo momento podrá ver. La cicatriz debe quedar camuflada en el pliegue palpebral y se suele prolongar a lo largo de las arrugas o patas de gallo para camuflarse mejor. En todo momento, tras la operación, se le aplicará al paciente hielo en la zona de los ojos para que la hinchazón baje cuanto antes.
3. La primera semana tras la operación
Los cuidados en casa tras la cirugía son fundamentales para que los ojos vuelvan a la normalidad y la operación sea eficaz.
Debes saber que la inflamación o hinchazón será inevitable, por lo que los cuidados que tendrás que hacer en casa no la impedirán desde el principio, pero ayudará a que sea menor y, sobre todo, a que el ojo se recupere lo antes posible. El hielo será el gran aliado para bajar la inflamación, por lo que debe aplicarse constantemente los primeros días. Además, se debe tener preparado en casa monodosis de suero fisiológico para realizar lavados oculares con la frecuencia que se desee y así calmar la sensación de picor y sequedad. También, para evitar la resequedad ocular y prevenir infecciones, se debe aplicar un colirio en la mañana y una pomada oftálmica por la noche, para que la córnea esté bien lubricada y protegida. Al levantarse por las mañanas, el ojo se sentirá pegajoso y reseco debido a la pomada que se aplica por la noche, por lo que lo mejor es lavarlo primero con el suero y aplicarle las gotas de colirio que el médico transcriba, para después ponerle hielo para bajar la hinchazón.
Se prescribirán también un antibiótico y unos analgésicos. Estos últimos no suelen tener que tomarse más de 3 o 4 días si todo va bien, pues no es una operación que cause mucho dolor.
Deberás tener en casa unas buenas gafas de sol, preferiblemente grandes y oscuras, que tapen completamente la zona del ojo, para que el sol no lo dañe.
También es recomendable dormir boca arriba y con varias almohadas que eleven lo más posible la cabeza. Esto evita el aumento de la inflamación que empeora en la posición horizontal.
4. Cuáles son los efectos secundarios tras la operación
No es común que se presente un dolor exagerado tras la blefaroplastia superior. De hecho, si se presenta mucho dolor, se debe acudir inmediatamente a la clínica donde se haya realizado la cirugía. En general el dolor es leve, disminuyendo cada día. Se suelen presentar molestias en la parte lateral de la órbita, es decir, en las zonas donde está la cicatriz. Además, los primeros 2 o 3 días da la sensación de que el ojo no se puede cerrar correctamente; esto es debido a la debilidad del músculo orbicular pero debe recuperar su fuerza habitual en pocos días, ya que la excisión de la piel o músculo no es exagerada, por lo que no debería causar demasiada tensión en el ojo.
Fuente: ellahoy.es