El peeling médico trata el envejecimiento cutáneo global: piel ajada (aspecto, color, textura y/o tacto), manchas pigmentarias o seniles, arrugas finas o moderadas, poros dilatados, pequeñas cicatrices y/o lesiones de acné, etc. en cualquier región del cuerpo y el rostro (cara, cuello, escote, dorso, antebrazos, manos).

El peeling químico superficial y medio consigue un rejuvenecimiento cutáneo facial moderado. Consigue eliminar las manchas cutáneas y las pequeñas arrugas y devolver a la piel el color, la textura y el tono perdidos con el paso del tiempo y la injerencia de agentes nocivos como el sol, el tabaco, el alcohol, el estrés, etc. En algunos pacientes, se combina con lifting, los implantes de relleno, la mesoterapia de estimulación facial, etc.

En el peeling químico superficial y medio se aplica un producto químico sobre la piel que provoca una peladura, o peeling cutáneo. El resultado variará desde una descamación imperceptible a un recambio epidérmico completo. La composición y la concentración del producto o productos utilizados, su modo de aplicación, tiempo de contacto con la superficie cutánea y tipo de piel determinarían el resultado.

Pueden usarse diversos productos (resorcina, ácido tricloroacético, ácido salicílico, ácido glicólico, fenol, ácido láctico, ácido kójico) aislados o combinados entre ellos o con otras sustancias activas. Puede aplicarse en: rostro, cuello, el escote, las manos o los antebrazos.

Duración del tratamiento

El peeling químico se desarrolla, habitualmente, en varias sesiones más o menos espaciadas en el tiempo. Cada sesión puede durar entre 30 y 60 minutos. Dependiendo del tipo de producto deben hacerse de 3 a 8 sesiones. Suele resultar imprescindible una adecuada preparación de la piel antes del primer peeling mediante el uso de cremas específicas.

Entre las sesiones se establece un adecuado tratamiento dermocosmético que consiste en hidratar, reparar y proteger la piel del sol. Al finalizar el tratamiento se establecen las pautas oportunas de mantenimiento, que pueden comportar la necesidad de someterse de forma más o menos esporádica a una sesión de peeling, además de los ineludibles cuidados dermocosméticos: limpieza, hidratación, nutrición y protección.